Cada año ponemos en mi portal el típico árbol de Navidad, digo ponemos, pero no es cierto, lo ponen o se pone solo, ya que yo nunca lo he montado. Hay vecinos a los que les gusta mas o menos, pero hay una señora, Montserrat, a la que le encanta montarlo. La veo haciéndolo desde hace muchos años, tal vez veinte. Son muchas Pascuas montando el susodicho, es toda una doctorada en el tema. Ahora lleva algunos años montándolo con su nieta.
A veces nos pensamos que las cosas se hacen solas, y no prestamos atención al hecho de esos detalles de los "entusiastas". Leí un libro que hablaba de ellos, decía que eran personas al servicio del sistema. El propio sistema los utiliza para mantener el relato imperante.
Probablemente Montserrat, es ese granito de arena que sirve al sistema, para hacernos creer en la Navidad, en la magia y en esas cosas a las que muchos llaman "cosas ñoñas". Me cuesta reconocerlo, pero yo también soy preso de algunos relatos del sistema. Debo ser uno de esos ñoñas.
Días como hoy, al margen de si somos o no creyentes, hacen que las familias se junten, se canta, se ríe, se discute, se hacen regalos, que ya se que es muy consumista y que sirve al sistema, pero que queréis que os diga, por lo menos hace que nos paremos a pensar en el otro. Y eso que yo no suelo hacer regalos materiales, soy lo que se dice un soso.
Esta mañana cuando he bajado a la calle, otro vecino misterioso ha dejado un montón de regalos, en nuestro caso nos ha dejado una bolsa con dos libros. Curiosamente el autor de uno de los libros es uno de mis vecinos.....En fin, Feliz Navidad!!!! Que todos los días sean días de Navidad!!! Días de reconocimiento al otro y de gestos bonitos.
He vuelto a bajar y otro vecino ha puesto un cartel en el que pone gracias.
Mas tarde, y al ver que el autor de dos de los libros era un vecino mío, he descubierto que el papa Nöel de este año era Joan Domènec, ese vecino de pelo y barba canos con aspecto de santa Claus. Tanto parecido ya era un poco extraño. Resultó que era el verdadero Claus de mi vecindad. He ido a su casa a mostrarle mi gratitud por semejante sorpresa. No sabía que entregarle a cambio, y le he entregado un libro al que le tengo mucho cariño, "El criterio" Jaime Balmes, un ejemplar de 1945. Lo guardaba para regalarlo a alguien en un momento especial. Claus, me ha mostrado su sorpresa y gratitud, era un libro del que había oído hablar, pero que nunca había leído.
Que gozada, despues de tantos años, descubrir que uno de mis vecinos es el mismísimo Papá Nöel.
Mil gracias Joan Domènec Ros por este detallazo con grandes dosis de magia, mil gracias querida Montserrat por esa ilusión de cada año con el árbol de Navidad, y mil gracias a la providencia por esta bonita comunidad, que con sus mas y sus menos, da verdadero gusto vivir aquí.
Mas historias de vecindad:
Mi vecina Cristina del 3º2ª
A propósito de Belmonte, y una pizca de Débora
Una historia entrelazada con Débora (Arobed), la vecina del 7º 2º
Coleccionista de coincidencias
Una historia con los vecinos del 2º 1ª