Cristina 22-09-2024, por la tarde: “Si algo tenemos los autistas es un sentido de la justicia muy fuerte y cuando conocí a Montse y me contó todo lo que había pasado empecé a pensar en cómo ayudarla porque la vida ha sido injusta con ella.”
Antes de la parálisis cerebral de Montse, 22 años atrás, y en su infancia, Montse subía a menudo a Collserola, muchas veces llegaba hasta La Peña del Moro, un lugar simbólico y con cierta magia que los que aman la montaña en Barcelona suelen visitar. Despues de la parálisis cerebral nunca mas volvió a subir.
Cristina sería la artífice de rescatar para Montse un sueño olvidado por caprichos del destino. Montse volvería a subir a La Peña del Moro, y además subiría con su hijo y seres queridos.
Y así empezaba a escribir, era muy despistado así que el día antes había dejado todo preparado. Cada detalle que le venía a la cabeza lo dejaba junto a la ropa de correr que ya tenía preparada, las llaves, su gorra azul de la suerte, los manguitos, los calcetines que no rascan,......y una piedra de Noe. Por supuesto antes había bajado al cuarto de las bicis a revisar la silla Joëlette, sabía que la silla estaba en condiciones, pero también sabía que el mas mínimo desperfecto podría dar a traste con la salida programada.
22-09-2024 por la mañana, La Peña del Moro, empieza el otoño.
Un grupo de soñadores del club Collserola Mountain Runners liderados por Cristina, Otto, Pau y Montse, que cabalga en la silla Joëlette, llegan a una cima, "La Peña del Moro". Llevaban semanas preparándolo y habían apostado todo a un día lluvioso, quien no arriesga no gana, y ellos habían ganado. Hizo un día otoñal perfecto para la actividad, había sido una semana de lluvia, por la noche había llovido a ratos y en la montaña se respiraba un frescor muy agradable con olor a tierra mojada. Montse acariciaba con su mano derecha la montaña, extendía el brazo desde la Joëlette y tocaba las hojas sintiéndose una extensión de la montaña, sintiéndose parte de ella.
Pau le decía a su madre: "Yo no entiendo porque esta piedra se parece a la mía, ¿Quién ha hecho el dibujo?, pero si las piedras se empezaron a pintar hace 10 años, no entiendo que sea igual que mis dibujos que se pintaron hace 5 años".
Pau y Montse no sabían que había una tradición montañera de unas piedras pintadas que iban de mano en mano y de cima en cima. Habían llegado a la cima de "La Peña del Moro" y una de las piedras de Noe Gaya, la chica que pintaba mariposas con ayuda de su madre estaba en sus manos.
Resultó que el dibujo de la piedra de Noe que Doroteo le había entregado a Montse era muy parecido a los dibujos que su hijo Pau hacía cuando era pequeño. El que escribía sabía que algo bonito estaba pasando, pero no esperaba esta coincidencia tan inesperada.
La lógica matemática y sensible de Pau le hacía decir a su madre que esa piedra había que devolverla a su sitio, a la montaña. Pau no sabía que ese el cometido de esa piedra, la próxima salida en Joëlette tal vez sería la excusa perfecta para dejar esa piedra en alguna cima.
A la vuelta de la excusión surgió otra bonita coincidencia, nos cruzamos en el camino con Roberto Heras. Roberto fue el chico que nos ayudó con su voto del jurado de GAES a conseguir la silla Joëlette que en ese momento transportaba a Montse.
22-09-2024 medio día, ya están todos en casa, el que escribe charla con Montse y Cristina.
Montse, la mamá de Pau, le explicaba al que escribía: "Pau es un niño diagnosticado como Autista de alto funcionamiento o un Tea Asperger, con altas capacidades que entiende el mundo a través de las matemáticas y la lógica, Pau observa y calcula. Detrás de cada autista hay una criatura maravillosa y ojalá todos tuviéramos la capacidad que tienen ellos de observar y apreciar."
Montse tiene 52 años padece parálisis cerebral desde los 32. Su pareja, un maltratador, les abandonó a ella y a su hijo Pau dejándolos encerrados. Tuvieron que venir los Mossos de escuadra a liberarlos. A Pau su padre le partió un brazo cuando solo tenía dos años.
Por lo visto la providencia pondría más adelante a Josep en su vida, un tipo tranquilo y bonachón amante de la montaña y que siempre les acompaña.
Por su parte Cristina, la mamá de Otto le contaba: "Otto hasta los 2 años era un bebé y un niño “normal” que hablaba y hacía todo igual que el resto y en cosa de un mes dejó de hablar y reaccionar a estímulos, mirar a la cara, jugar… se quedó como en blanco."...
Los papás de Otto no supieron hasta los 30 años que ellos eran autistas, y fue mucho después de detectar el autismo de su hijo, sino ni lo sabrían.
Montse le decía que a veces el cielo nos hace guiños para que reaccionemos, por eso causa encuentros que no son fortuitos. El chico que escribía la historia le preguntaba a Montse cual sería su reto, objetivo o sueño después de haber conseguido llegar a su ansiada “Peña del Moro”, David le proponía escribir historias, tal vez un libro, y justo esa palabra era la que tenía en mente Montse, ESCRIBIR, para ayudar a los demás, y tal vez subir montañas.
Cristina le escribía a David: “Le tenemos que dar una vuelta, pero igual es el siguiente paso, escribir, Montse me contó que hasta hace poco estaba en modo supervivencia y ahora empezaba a vivir, lo siguiente es ayudar a otros en su situación”.
Cristina tenía una entrevista en una emisora de radio la siguiente semana, quien sabe, tal vez el cielo ya estaba enviando más guiños…….
23-09-2024
Montse: "Hoy te comparto que la Generalitat me ha aprobado un paquete de ayudas para Pau, llevo mucho tiempo luchando para que le reconozcan su condición y por fin hoy llegó."
El que escribía daba gracias al universo por personas como Montse y Cristina.
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