domingo, 21 de febrero de 2016

Coincidencia nº14 “El chico de las bambas rojas”

Coincidencia nº14   “El chico de las bambas rojas”

Año 2016

  Hace cuatro años conocí al que hoy es uno de mis mejores amigos, tal vez el mejor, se llama Álvaro. Cada domingo subo corriendo desde mi casa, cerca de plaza España, hasta Collserola. Para llegar hasta Collserola he de hacer un recorrido por ciudad de unos 5 Km, tras el cual y desde uno de los puntos mas altos de Barcelona, Sant Pere Martir, parten infinitos itinerarios que permiten conocer cada rincón de esta bonita montaña. Pero esos recorridos y un montón de coincidencias y anécdotas en ellos sucedidas  los dejaremos para otras historias.

  Hoy solo me centraré en ese tramo inicial atravesando calles de Barcelona para llegar hasta Sant Pere Martir, y para concretar mas me centraré en el recorrido de vuelta.

  A pesar de lo mucho que disfruto corriendo por la montaña, también soy un enamorado de la ciudad. Me encanta verla al despertar, cuando para unos termina una noche de fiesta o de trabajo y para otros comienza un nuevo día. Es genial ver las calles desiertas y a veces mojadas, bien por lluvia o bien por la tropa de  limpieza de la ciudad, observar el deambular esporádico de algún corredor, o las últimas curvas trazadas en el andar de jóvenes animados y cansados, pero también deseosos de llegar a casa a dormir la mona, observar su cara, su aspecto, su ropa, pero no por cotilleo, simplemente por curiosidad y por imaginarme las vidas de esas personas, ¿que harán? ¿a se dedicarán? .Es algo que disfruto a la ida hacía Collserola pero también a la vuelta de mi entreno, cuando las piernas ya no pueden mas y aprovechan ese tramo de bajada para dar descanso al cuerpo, bajando el ritmo de entreno y volviendo a disfrutar de los detalles de una ciudad en plena ebullición donde ya no hay deambulares ni resacosos, donde ya se ve gente de paseo y algún que  otro solitario corredor que al igual que yo vuelve de su rato extenuante y a la vez reconfortante. 
 
Otra vez parque de Cervantes, Avda Diagonal, patinadores, corredores, gente sentada leyendo el periódico u observando el paso de la gente, de los coches, viendo mi paso, y entre ellos y justo en frente del Corte Inglés, un chico con bambas rojas.  Mi vista se clavó de lleno en su aspecto risueño y luego en sus pies, !!!llevaba mis mismas bambas!!!!, unas bambas rojas muy llamativas que no se ven mucho por ahí, pasé de largo y casi sin mirarle le dije --"vaya bambas mas feas que llevas"--, nos miramos, el miró las mías y se puso a reír ya que, por supuesto, eran las mismas que las suyas. Cruzó la calle, y yo seguí mi camino hacía mi casa.

Era un chico al que yo nunca había visto, su aspecto me gustó  y al ver que llevaba mi mismo calzado, mi intuición no pudo evitar hacer un comentario.

Al siguiente domingo volví a repetir mi rutina hacía Collserola, siempre subo solo y nunca se que recorrido haré una vez que llegue al punto de partida de los diferentes itinerarios. Hay domingos que estoy tan fundido en mis pensamientos que al llegar a casa no recuerdo el recorrido que he realizado.

Ese domingo subí como siempre, observando a mi alrededor y perdido en mis pensamientos, Calle Numancia, Diagonal, parque de Cervantes, Sant Joan de Deu, escales Hotel Abba, sendero directo a Sant Pere Martir, y a perderse por Collserola. Después son mis piernas las que me llevan por donde quieren mientras mis pensamientos vuelan a otra parte, y lo queda de mi simplemente observa el camino que trazan mis pies.

En medio de esos pensamientos, y en medio de mi observar vi una silueta que corría hacía mi, bajaba alegre y a buen ritmo, otra vez las bambas rojas. Resultó ser el chico de las bambas rojas del anterior fin de semana. Los dos sonreímos y a los dos nos pareció una gran y genial coincidencia. Desde entonces somos inseparables y desde entonces casi nunca subo solo a Collserola.

Resultó que Álvaro era amigo de un tal Roberto Heras, resulto que Roberto Heras fue quien nos animó a presentarnos con el proyecto de las piedras viajeras a GAES persigue tus sueños, resultó que ganamos, pero esa es otra historia digna de otro escrito.

En la vida, como en el trabajo y prácticamente en todos los ámbitos me guío mucho por simples coincidencias, a veces es un simple color, otras veces es un lugar o un hobby, otras puede ser una experiencia o una sensación parecida.

Mayo de 2021

Resultó que ese chico me presento a otras personas, resultó que ahora soy corredor y nadador, ¿Dónde estaría ahora si no me hubiera guiado por una simple coincidencia? ¿que habría sido de mi vida deportiva así como de la Álvaro si no me hubiera parado a gastarle una broma a un desconocido por una coincidencia de bambas?

Aquí tenéis foto del modelo de bamba culpable de esta amistad con Álvaro Urbano, la XR CROSSMAX NEUTRAL CS año 2012. 





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