lunes, 13 de octubre de 2025

Una tarde de magia y un escrito para José

                                                       

Llevaba tres semanas yendo a diario al hospital de Bellvitge para hacer compañía a  la pequeña gran Mariona. Aunque este escrito no era para ella, la nombraba ya que de alguna forma era ella la que había forzado inesperadamente  el encuentro que iba a suceder.

En las inmediaciones de Bellvitge David bajaba la ventanilla del coche y gritaba Ramón!!! Ramón!!! Ramón se giraba y miraba con alegría la sorpresa de ver a su amigo David después de tantos años, aquel encuentro inesperado sería un ligero bálsamo para la angustia que Ramón estaba pasando. 

Aunque Ramón era el mas joven de los dos, ambos habían llevado una vida paralela, mismo barrio, mismos amigos, mismo colegio, los dos eran diseñadores industriales, y a pesar de que tenían diferentes puntos de vista políticos, los dos compartían su ilusión en proyectos de ayuda al prójimo. También David había pasado por circunstancias similares a las que Ramón estaba viviendo en aquel momento. Pero este escrito no iba de ellos, este escrito iba de José, el hermano mayor de Ramón. 

La angustia de Ramón era profunda, porque se encontraba en Bellvitge para acompañar a su hermano José en su partida hacia lo desconocido.

Habían decidido quedar en la feria "Advanced factories" ya que los dos casualmente habían sacado las entradas sin saber si finalmente irían o no. Dicha feria sería la excusa perfecta para hablar de sus vidas y ponerse al día de sus historias. No sabían que ese encuentro, a pesar de la angustia, les depararía momentos figurada y literalmente mágicos, solo ellos dos sabían el motivo y solo ellos guardarían para siempre el recuerdo de un tropiezo, una baraja de naipes y la magia que envolvió toda aquella tarde.

 Habían recorrido toda la feria sin pararse apenas en ningún stand, la feria era invisible ya que ellos estaban inmersos en experiencias pasadas, coincidencias, proyectos y recuerdos. Y, como un hilo conductor que tejía cada anécdota, aparecía una y otra vez la figura de José. 

Habían pasado muchos años y hablando de José en la mente de David volvían a aparecer  imágenes, sensaciones y recuerdos de José, aquella época de noviazgo y pre-noviazgo con Antonia y la competencia de José con Diego por conquistarla, tal vez no lo recordaba bien, pero tanto Diego como José estaban enamorados de ella.

 Aquellos amigos que vivían en la misma manzana, compañeros de pandilla junto a José, el hermano mayor que muchas veces salía en protección del hermano mediano Jose Antonio, ya que muchas veces se metía en líos emulando a Bruce Lee en batallas con chicos de otras calles.

Recordaba aquellas tardes en un Frankfurt de la Ronda Sant Ramón, con los hermanos Jaime y Miguel, con Luismi, con Bruce Lee, con López, con el tal Palacios o con Pierre, que también se fueron del barrio y nunca mas supimos de ellos. Aquellos ratos en el banco de la ronda o en la esquina de la farmacia. Fue allí seguramente donde José veía pasar a la que sería el amor de su vida, Antonia, tal vez una de las mejores amigas de Rosa Mari, prima hermana del tal David que escribía este texto.  Quien sabe si tal vez ella sería la primera persona a la que Antonia le explicaría su enamoramiento de José, aquel chico "cachas" que tanto la había hipnotizado.

 Mil gracias a las familias de José y de Antonia. Mil gracias, Ramón, por haberme abierto tu corazón después de tantos años. 

 Y mil gracias, Antonia, por acogerme en el velatorio del hombre de tu vida con tanto cariño, tratándome no como a un desconocido, sino como a un amigo de siempre.

Una sensación agridulce me recorre: la ilusión de haberme reencontrado con amigos y familiares que forman parte del mundo de José y Antonia, y un dolor profundo por una pérdida tan grande. José, tan joven, con apenas 60 años, se fue demasiado pronto, dejando a una familia brutalmente golpeada, pero también un legado de amor y una huella que nos obliga a mantenerlo vivo en nosotros.

2 comentarios:

  1. Anónimo10/14/2025

    Mil gracias a ti por dedicarle estas bonitas palabras a el amor de mi vida. Un fuerte abrazo Amigo.

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    1. Un abrazo muy grande, y otras vez mil gracias por la acogida de un casi desconocido despues de tantos años. Créeme que soy mas persona, mejor persona despues de haber asistido a la despedida de Jose. Se que tal vez es injusto y egoísta decirlo, pero me siento super afortunado de haberme cruzado con Ramón en Bellvitge, y haber podido quedarme con cierta energía, que dicen, que nos trasmiten las personas que parten a otra parte. Cuidaros mucho toda la familia, cualquier cosa que os pase por la cabeza a cerca de mi, no dudéis en contactar conmigo a través de Ramón o de Rosa Mari.

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